Las condiciones invernales pueden ser impredecibles, sin embargo la mayoría de las técnicas que se requieren en los ambientes fríos son de sentido común. Le indicamos algunas de las que debe tener muy en cuenta a la hora de conducir bajo condiciones climáticas adversas.
- Mantener la velocidad tan bajo como sea posible.
- Aumente la distancia entre los coches, cruces y otros peligros.
- Realizar la frenada en las rectas, nunca pisar el freno en curva.
- Estar preparado para el subviraje y sobreviraje , y saber cómo corregirlo en caso de que succeda.
- Estar preparado para utilizar el ABS.
- Revisar los líquidos anticongelantes del sistema de refrigeración.
Técnicas de conducción en invierno
Aprovechar al máximo la tracción disponible, es la clave para conducir en invierno. La pérdida de tracción puede dar lugar a derrapes y el bloqueo de las ruedas así como al frenado y deslizamiento lateral en las curvas. En la actualidad hay muchos sistemas controlados por ordenador que pueden controlar estas acciones en una medida limitada, sin embargo, no hay sustituto para una conducción cuidadosa.
Invertir en un vehículo con ABS es el método más eficaz de aumentar nuestra seguridad en condiciones adversas. Un buen Control de tracción nos evitara de muchos problemas de deslizamiento en las ruedas pero hay que tener en cuenta que estos sistemas son reactivos, lo que significa que tiene que darse una serie de condiciones especiales para que empiecen a funcionar de forma correcta. Es mucho mejor evitar los problemas antes de que actúe el control de tracción.
Consejos para la conducción sobre nieve y hielo
Siempre acelerar suavemente y de forma progresiva. En condiciones resbaladizas como el hielo y la nieve, la aceleración agresiva es casi seguro que rompera la tracción a las ruedas motrices produciendo deslizamiento y perdiendo el control del coche .
Si notamos que las ruedas estan patinando o que los sistemas de tracción entran en funcionamiento para intentar evitarlo, nunca debemos pisar el acelerador ya que se agravaría el problema, retirar el pie del acelerador hasta solventar el deslizamiento para proseguir con la marcha correcta del vehículo.
La mejor práctica es mantener a bajas revoluciones el motor con el fin de maximizar el agarre en condiciones invernales. Mantener una aceleración suave y constante para obtener mejores resultados.
Realizar el cambio de marcha lo más temprano posible. Utilizar la marcha más larga que podamos en todo momento. Esto reduce el par motor a las ruedas motrices y por lo tanto, reduce así las posibilidades de deslizamiento de las ruedas.