Conducir cuando estamos cansado es muy peligroso. Un estudio reciente ha demostrado que la conducción nocturna prolongada puede ser tan peligroso como conducir en estado de ebriedad. Sobre un 20% de los accidentes de vehículos puede atribuirse a la fatiga del conductor. Los efectos psicológicos y fisiológicos de conducir ebrio y conducir con sueño son prácticamente las mismas.
La fatiga del conductor se puede evitar sin mayor problema siguiendo una serie de pautas. Los siguientes consejos le ayudarán a reconocer fácilmente los signos de fatiga del conductor y evitar conducir en ese estado.
Es necesario ser capaz de identificar correctamente los síntomas de somnolencia en la conducción. Los indicadores comunes incluyen sentirse mareado, somnoliento o que se agotan con mayor facilidad. Si bostezamos al volante de forma constante es el momento de tomar un descanso. Los conductores somnolientos tienen problemas para concentrarse y pierden el control con facilidad. Otros síntomas comunes son la rigidez, pesadez en los ojos, y reacciones demasiado lentas.
Para los conductores es difícil ver estos síntomas por sí solos. Si realizamos un largo viaje de noche es recomendable llevar un pasajero que pueda controlar las reacciones del conductor. Signos clave como entrar y salir de forma reiterada de nuestro carril, problemas de dirección o momentos de mucha calma en las conversaciones
Si conducimos en solitario, recomendamos no perder la concentración en el viaje. Si somos capaces de recordar los últimos segundos o minutos de conducción es un signo evidente de advertencia y se recomienda parar lo antes posible.
Los niveles de energía corporal tienen bastante caida en ciertos momentos del día. Por lo tanto, es recomendable evitar conducir durante la bajada de energía de nuestro cuerpo. Las horas en las que debemos evitar la conducción en trayectos largos son de 14:00 a 16:00 horas y de 22:00 a 6.00 horas.
Cómo prevenir la somnolencia al volante
La mejor manera de evitar distracciones al volante por sueño en trayectos largos es estar completamente descansado y haber dormido 8 horas la noche anterior. Por supuesto, esto no siempre es posible por lo que debemos reducir los riesgos al mínimo con los siguientes consejos:
• Evite el consumo de alcohol, comidas copiosas, o tomando algún medicamento que puede causar somnolencia.
• Establecer un control rutinario. Asegurarse de parar cada dos horas para desconectar durante 5 minutos y estirar las piernas.
• Mantenerse hidratado. Es fundamental llevar una botella de agua en la guantera y darle unos tragos cada cierto tiempo.
• Mantenerse estimulado mientras conducimos mediante la apertura de la ventanilla, escuchando la radio, o entablando conversación con el pasajero. Cuidado por que demasiada estimulación puede convertirse en distracción.
• Siempre que sea posible compartir las horas de conducción con el pasajero.
La edad es un factor importante
Cuanto mas mayor, más difícil es mantenerse alerta detrás del volante durante un período prolongado de tiempo. Por supuesto, hay excepciones. Los trabajadores por turnos, comerciales con coches de renting y los conductores de camiones también tienen un mayor riesgo de accidentes relacionados con la fatiga al volantes ya que estas personas son más propensas a ponerse al volante cuando están cansados